
La gestión de riesgos se puede aplicar a una variedad de contextos organizacionales diferentes, que van desde el nivel estratégico hasta el operativo; o dentro de una organización con fines de lucro, una organización sin fines de lucro o una entidad del sector público.
Ya seas un gerente de proyecto, un emprendedor o un gerente de negocios, tu capacidad para identificar, evaluar y administrar el riesgo tendrá un impacto directo en el logro de tus objetivos.
Las malas prácticas de gestión de riesgos a menudo resultan en un desempeño económico negativo, un impacto ambiental adverso, una reputación disminuida, entre otros.
En el mundo de los proyectos, no podemos simplemente sentarnos y esperar que las cosas no sucedan. Como resultado, debemos administrar el riesgo de manera adecuada y comenzar lo antes posible en el ciclo de vida del proyecto.
¿Qué es un riesgo?
La palabra riesgo, a menudo se usa en un contexto negativo, como estar expuesto a la amenaza de lesiones, daños, pérdidas, etc.
Sin embargo, como una moneda, el riesgo tiene dos caras. Por tanto, el riesgo puede ser negativo o positivo.
El riesgo positivo se conoce como oportunidad. La característica común del riesgo positivo y el riesgo negativo es que ambos tipos de riesgos provienen de un evento futuro incierto.
Como tal, en un contexto de gestión de proyectos, el riesgo se define mejor como la incertidumbre sobre el logro de los objetivos establecidos.
Entonces, ¿qué es la gestión de riesgos?
Debido a la necesidad de mejorar la gestión del riesgo en organizaciones de todo el mundo surge la norma ISO 31000. El estándar internacional de Gestión de riesgos ISO 31000 define la gestión de riesgos, como:
«La aplicación sistemática de políticas, procedimientos y prácticas de gestión a las tareas de establecer el contexto, identificar, analizar, evaluar, tratar, monitorear y comunicar los riesgos, con miras a reducir lo negativo o alternativamente, potenciar el impacto positivo en la organización.»
Es un proceso continuo
Un error común de los gerentes de proyectos sin experiencia es la creencia de que, una vez que se ha emprendido y cumplido el proceso de gestión de riesgos, el trabajo está hecho.
La gestión de riesgos es una proceso continuo, en lugar de un evento estático o una actividad única.
Si consideras el ciclo de vida de un proyecto, es razonable asumir que la gestión de riesgos debe realizarse de forma continua y en cada etapa del ciclo de vida de un proyecto.
El monitoreo y control constante de la incertidumbre y la gestión del riesgo es parte integral de asegurar la entrega exitosa del proyecto.
Sin embargo, si consideramos la duración del ciclo de vida del proyecto y la complejidad de los proyectos, existen altos niveles de incertidumbre al principio, principalmente como resultado de la falta de información.
Sin embargo, a medida que comienza un proyecto, se dispone de más información, lo que cambia las suposiciones anteriores, lo que, a su vez, crea nuevas incertidumbres para usted.
La respuesta natural a este panorama cambiante debería ser revisar y actualizar el sistema de gestión de riesgos para reflejar estas circunstancias cambiantes.
Por lo tanto, la gestión de riesgos debe verse como un proceso dinámico diseñado para contribuir al éxito del proyecto o de la organización.
En otras palabras, la aplicación del proceso de gestión de riesgos exige una revisión y modificación continua, para mantenerse al día con los posibles desafíos y riesgos, así como con las oportunidades.
¿Por qué es importante la gestión de riesgos?
Un propósito clave de la gestión de riesgos es identificar oportunidades o problemas potenciales antes de que ocurran. Así, las actividades necesarias para gestionar los riesgos se pueden planificar e implementar según sea necesario a lo largo del ciclo de vida del proyecto.
Es importante empezar el proceso de gestión de riesgos desde el inicio del proyecto, ya que generalmente es más fácil y menos costoso realizar cambios y revisar las decisiones tomadas durante las fases anteriores del proyecto.
Sin procesos efectivos de gestión de riesgos, uno puede pasar a la fase de ejecución y encontrarse con riesgos imprevistos, con los que tendrá que lidiar sin un plan bien elaborado.
Todo esto da como resultado que los objetivos generales del proyecto se vean seriamente comprometidos mientras intenta lidiar con el impacto resultante.
Al revisar varios proyectos fallidos, se ha encontrado que los proyectos a menudo se apresuraron a pasar a la fase de ejecución. Es decir, no se invirtió el tiempo suficiente en procesos adecuados de gestión de riesgos antes de comenzar con la implementación o ejecución del proyecto. Los riesgos del proyecto no se consideraron o se identificaron y analizaron mediante una lluvia de ideas al azar sin un plan y un proceso coherentes.
Es importante tener en cuenta que incluso con una planificación exhaustiva de la gestión de riesgos al ejecutar un proyecto, es posible que aún te enfrentes a riesgos inesperados o imprevistos que deban tratarse en forma de emergencia.
Sin embargo, un marco de planificación y gestión de riesgos reducirá la ocurrencia y el impacto de tales riesgos si ocurren.
También te puede interesar
- Requisitos para Certificaciones en Gestión de Proyectos
- ¿Cómo se define el alcance de un proyecto?
- 12 indicadores para la gestión de proyectos
- Criterios para la selección de proyectos
- Plantillas para Project Charter
- ¿Qué es un proyecto?
Deja una respuesta